MALAGA NATURALEZA VIVA

Kilómetros de playa e instalaciones turísticas de primera calidad. La estampa típica del litoral malagueño ha dejado tradicionalmente en segundo plano la riqueza paisajística y natural de esta zona, en la que pintorescos pueblos blancos salpican un variado entorno dominado por el verde y en el que no faltan grandes lagunas, frondosos bosques, pantanos habitados por singulares aves y misteriosas cuevas.

La Ciudad de Málaga es fuente de riqueza natural, botánica y ornitológica, que unida a su clima donde el sol permanece constante en numerosos días del año, permite utilizar el tiempo para el ocio, pudiéndose comenzar este paseo lúdico por el Parador de Turismo Málaga-Gibralfaro, magnífica atalaya de la ciudad, desde donde se divisa un espléndido panorama, que nos permitirá tomar contacto con especies totalmente aclimatadas procedentes de las zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo.

Si hubiera que destacar un rasgo de la naturaleza en la provincia de Málaga, ése sería el de la diversidad. Lo brutal de los contrastes hace el periplo aún más bello: desde el vertiginoso Desfiladero de los Gaitanes hasta las fértiles llanuras de la depresión antequerana, pasando por el bosque calizo de El Torcal, el crisol de vida de la laguna de Fuente de Piedra, los bosques únicos de la Serranía de Ronda o la inmensa huerta que es el valle del Guadalhorce.

También se puede visitar el Acuario-Museo “Aula del Mar”. Este museo está especializado en la fauna y flora del mar de Alborán, y en él se pueden contemplar más de 500 ejemplares vivos, agrupados en unas 100 especies, y distribuidos en un gran número de acuarios. Además, existe una extensa zona de maquetas de otras especies, a tamaño natural. Junto a todo esto, el “Aula del Mar” es el único centro de recuperación de especies marinas amenazadas en Andalucía: tortugas marinas y delfines.

Una vez concluido este recorrido, se podrá saborear la calidad del pescado malagueño o la cocina tradicional malagueña tanto en las playas de Pedregalejo y el Palo como en el centro histórico-monumental, a través de sus bares y restaurantes. En relación al excelente pescado malagueño son mundialmente reconocidos los “espetos” y la “fritura malagueña”. Así mismo, se podrá disfrutar durante la tarde de la luz y el color propios de las playas del Mediterráneo, que en Málaga se hacen especialmente singulares por su especial clima y atardeceres.

En Las Contadoras, de viernes tarde a domingo, se celebran cursos monográficos sobre el Parque Natural de los Montes de Málaga, donde los interesados pueden conocer su historia, su tradición, su flora, su fauna, etc. Asimismo en esta Aula de la Naturaleza podrán disfrutar de excursiones, senderismo, etc.

Málaga también tiene la fortuna de contar con interesantes ‘paisajes interiores’ como descubrirá el viajero que se adentre en la Cueva de Nerja y se deje sorprender por la magnitud de sus salas, con altas bóvedas y magníficas formaciones de estalactitas y estalagmitas; o el que visite la Cueva de la Pileta (Benaoján) para admirar sus extraordinarias pinturas rupestres, la mayoría de caprinos, pero también de caballos, cérvidos, búfalos, bisontes y hasta peces. Igualmente encontrará vestigios de los primeros pobladores quien penetre en la Cueva de Ardales, que conserva más de 50 figuras y otros símbolos pertenecientes al Paleolítico Superior; una espléndida opción para visitar en familia. Una de la cueva que no se puede inprescindir de ella es la Cueva de Gato (foto adjunta), con 4 kilómetros de longitud y 10 recorridos posibles, con gélidos lagos y una bellísima cascada en su interior, con colonias de murciélagos y con la famosa “Galería de la ciénaga”, que es, con sus más de 60 metros de diámetro y de altura, una de las mayores salas de Andalucía.
En el noroeste de la provincia, entre campos de olivo y cereal, se encuentra la Laguna de Fue
nte de Piedra, el mayor humedal interior de Andalucía y uno de los más grandes de España. Esta laguna, de aguas salinas y someras, acoge la mayor colonia de flamencos comunes de la Península Ibérica y la segunda en importancia de Europa. Además, otras 170 especies de aves crían, pasan o invernan, como la malvasía cabeciblanca, la garza real o la gaviota picofina. Igualmente recomendable es un recorrido por la zona de los embalses de El Chorro (los tres embalses Guadalhorce-Guadalteba), donde el agua recorre la escala de verdes y azules haciéndolo atractivo en cualquier época del año. Muy cerca del pantano, el Desfiladero de los Gaitanes ofrece al viajero un espectacular paisaje que no olvidará jamás: una impresionante garganta por donde transcurre el río Guadalhorce, entre grandes placas de calizas estratificadas. De estas paredes, con alturas de más de 300 metros y anchuras en ocasiones menores de 10 metros, pende el famoso Caminito del Rey: una pasarela de hierro colgado de los tajos, construida entre 1901 y 1905. Aunque en la actualidad no es transitable por su alto grado
de deterioro, la restauración del Caminito del Rey parece que será un realidad en breve. En cuanto a la fauna, en este encla
ve no faltan aves rapaces y carroñeras, como el buitre leonado, el alimoche o el
águila real. Además, en su entorno se pueden ver mamíferos como el zorro, la cabra hispánica, la gineta o el te
jón. En la zona central de la provincia de Málaga se ubica, a modo de paraíso natural, la Sierra de las Nieves, casi 100.000 hectáreas de Reserva de la Biosfera que engloba 9 municipios y un Parque Natural. De entre sus frondosos bosques destaca por su unicidad el de pinsapos, el más importante del mundo, pero también abundan los alcornoques, los quejigos, el pino y la encina. Con estos vergeles tan próximos a costa no hay duda de que merece la pena renunciar a un día de playa para disfrutar de un sorprendente interior.